viernes, 18 de julio de 2014

La Media Cobija...


Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
A los setenta años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. 
Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia. 
- ¡Hola papá! ¡Qué milagro que vienes por aquí! 
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo. 
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa. 
- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. 
- Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡me siento tan solo! 
- ¿Quedarte a vivir aquí?, sí… claro… pero no sé si estarías a gusto, tu sabes, la casa es chica mi esposa es muy especial… y luego los niños.. 
- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano. 
- No padre no es eso, solo que, no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían, o solo que no te moleste dormir en el patio. 
- Dormir en el patio está bien. 
El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de doce años. 
- Dime papá. 
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche. 
- Sí con gusto. ¿Y donde va a dormir? 
- En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa. 
Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre. 
- ¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la manta de tu abuelo? 
- Sabes papá, estaba pensando… 
- ¿Pensando en que? 
- En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas viejo y vayas a vivir a mi casa. 

¡Que gran lección le dio el hijo (Luis) a su padre! 

¿Que pensamientos les deja esta reflexión? 


2 comentarios:

Corazoncitos.

Corazoncitos.