martes, 10 de junio de 2014

EL JOVEN ATEO...


EL JOVEN ATEO

Un joven que fue criado como ateo estaba entrenando para un salto de clavados a nivel olímpico.
La única influencia religiosa que recibió en su 
vida le llegó a través de un amigo cristiano. El deportista no prestó mayor atención a los 
sermones de su amigo, aunque los escuchaba 
con frecuencia. Una noche fue a la piscina 
de la universidad a la que pertenecía. Las 
luces estaban todas apagadas, pero como la 
noche era clara y la luna brillaba, el 
deportista se animó a practicar. 
El joven se subió al trampolín más alto, en 
donde se colocó de espalda a la piscina al filo 
de la rampa y extendió sus brazos. Al hacer 
esto, vio su propia sombra en la pared. La 
sombra de su cuerpo tenía la forma exacta 
de una cruz. 
En lugar de saltar, se arrodilló y, 
finalmente, le pidió a Dios que entrara 
en su vida. Mientras el joven oraba, el 
personal de limpieza ingresó y encendió 
las luces. 
HABÍAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA! 
Esa fue su mayor prueba de que DIOS existe... 

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Corazoncitos.

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